jueves, 1 de septiembre de 2011

sin título


trago un océano nimbado de pregunta
y eso es vivir
ser una parcela de silencio
y vibrar
vibrar como un bosque en una llama de quietud
seleccionar un árbol que sirva de útero para mi luz
exhausta
y no esperen que diga
pero sí
también están los pastizales que amanecen mi piel
con los reflejos
tan impacientes y recobrando el verdor ceremonial
que intenta descifrarme
el amanecer es una habitación en algún rincón de
mi cráneo
a veces la busco y toco sus paredes
y mi percepción se detiene, para danzar alrededor
de sí misma
con un ímpetu de fulgor heliocéntrico
en eso consiste el ritual
y miro.


Francisco Garrido (2008)

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