luna
luna ramificándose
reflejos de luna stroboscópica que sigue ramificándose
alrededor de mi cabeza somnolienta
muchas lunas empañadas, entrecerradas, que giran
en la penumbra de una cámara de nogal
en la cual existo como una leve hoguera
y los pasos enraizados
hasta dejarse caer en la oscura y dormida diafanidad de la madera
las escaleras que se desplazan
hasta el altillo adormilado de un suspiro
celebración de frutas secas y y corteza de madrugada
vuelvo a decir madrugada, y un valle para entronizarla
enlazada con el dorso de una voz levemente ausente
que exhala su ausencia leve
y se escapa y se deshoja
son hojas tan tenuemente heridas
son dedos de antorchas recién apagadas
son párpados nacarados
graves como
noche condensada en un bosque inevitable
abismo coloquial que cabe en una mano extendida
insomne voz que alcanza mi orilla
y que implosiona en innumerables paisajes rupestres
en las paredes de mis huesos imprevistos
no sin cierta ternura milenaria
oh, suspiro advenedizo
torax empavesado como una catedral!
Francisco Garrido (2011)
¡Es éste un poema tan grande como un coral de Bach!
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