devoro el rayo indescriptible,
ya no soy de acá;
en mi interior
mis párpados proyectan
la aurora boreal.
la tierra
se embebe de mirar,
y así, los páramos,
manos,
¡palpítanme!
con su demencial ambrosía,
demencial ambrosía,
ambrosía.
demencial.
Francisco Garrido (2007)
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