lunes, 29 de agosto de 2011

riendanse nadadanza

bailo una danza esquizofrénica
en cada partícula de tu ser,
en cada célula que te constituye,
yo soy mi propia danza.
y bailo en las estepas de tu frente,
en el océano pacifico de tus ojos,
en el pavo real de tus pestañas,
en el tótem de tus narices,
en las brújulas de tus oídos,
en el hipopótamo negro de tus tímpanos,
en el horizonte rojizo de tus labios,
en la vía láctea de tus dientes,
en el húmedo calamar de tu lengua,
en la torre eiffel de tu traquea,
en los nenúfares de tus senos,
en el desierto del sahara de tu vientre,
en la gaita escocesa de tu estomago,
en el bandoneón que pichuco toca en tus
pulmones,
en el gong de tu corazón,
en los aljibes de tus manos,
en las araucarias de tus dedos,
en las liebres de tus pies,
en los iglúes de tus tobillos,
en el reloj de arena de tus muslos,
en el microcosmos de tu útero,
en el delfín azul de tus trompas de falopio,
en tus ovarios,
en tu cerebro,
en tus arterias,
en tus nervios,
en tus glándulas,
en tu alma.
yo soy mi propia danza;
bailo,
bailo al compás de una gymnopedie d
que alguna deidad me silba al oído,
bailo,
y cuando me canso de bailar,
mis células comienzan a dilatarse
hasta estallar,
dejo de ser yo para ser nada
y me caigo en el abismo de tu tiempo,
y me vierto en tus entrañas,
y me diluyo en tu plasma,
y me disuelvo en tu eternidad. . .
soy nada.


Francisco Garrido (2003)

Mujer con mandolina, de Pablo Picasso.

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